El crecimiento de los pagos en México ha transformado profundamente la forma en que personas, comercios y entidades financieras realizan transacciones. Hoy, los usuarios demandan rapidez, seguridad y accesibilidad, y el sistema financiero busca responder a esas exigencias con soluciones más integradas.
Sin embargo, este avance también plantea un desafío: garantizar que los distintos sistemas de pago (bancarios, fintech, comercios y emisores) puedan comunicarse entre sí sin barreras tecnológicas.
A este principio se le conoce como interoperabilidad, un concepto que el Banco de México (Banxico) define como la capacidad de diferentes sistemas o plataformas para funcionar de manera conjunta, permitiendo transferencias y operaciones entre instituciones distintas de forma fluida y segura (Banxico, s.f.).
En otras palabras, la interoperabilidad busca que la experiencia del usuario sea la misma, sin importar desde qué aplicación, banco o terminal realice un pago.
Regulación y evolución: pilares del sistema financiero mexicano
La interoperabilidad no surge de manera espontánea: se construye con base en una infraestructura regulada y supervisada. De acuerdo con Banxico (2023), los sistemas de pago en México son considerados infraestructuras críticas, ya que sustentan el funcionamiento de la economía nacional al permitir el flujo constante de dinero entre instituciones y usuarios.
Por ello, el marco regulatorio mexicano (liderado por Banxico, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) busca promover un entorno donde los distintos actores financieros puedan conectarse bajo reglas comunes, con estándares de seguridad y compatibilidad tecnológica (SHCP, 2020).
Un ejemplo concreto de este esfuerzo regulatorio es el desarrollo del SPEI (Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios), una plataforma creada por Banxico que permite transferencias inmediatas entre bancos. Posteriormente, con la creación de CoDi (Cobro Digital) se amplió esta interoperabilidad al ámbito de los pagos móviles.
Estos sistemas demuestran cómo la regulación impulsa la innovación al establecer una base tecnológica y legal que garantiza la interoperabilidad entre instituciones.
Beneficios de un ecosistema interoperable
La interoperabilidad genera impactos positivos para todos los participantes del ecosistema financiero:
Usuarios finales: pueden elegir entre más opciones de pago y transferir dinero sin importar la institución. Esto refuerza la confianza y fomenta la adopción de pagos digitales.
Comercios: logran una experiencia de cobro más ágil, reduciendo costos y tiempos de procesamiento.
Instituciones financieras: se benefician de una infraestructura más eficiente, segura y abierta a la competencia.
Además, la interoperabilidad es clave para la inclusión financiera, ya que facilita el acceso a servicios digitales en zonas donde antes predominaba el uso de efectivo. Según la SHCP (2020), un sistema financiero interoperable contribuye a integrar a más personas a la economía formal, mejorando la eficiencia y transparencia de las transacciones.
Descubre: Inclusión financiera en México y regulación de pagos
El papel de las terminales de pago
Las terminales punto de venta (TPV) desempeñan un papel esencial en la interoperabilidad. Han pasado de ser dispositivos que solo aceptaban tarjetas de crédito o débito, a convertirse en puntos de conexión entre redes, bancos, adquirentes y emisores.
La modernización tecnológica (especialmente con terminales inteligentes o SmartPOS) permite hoy que un mismo equipo procese múltiples marcas, protocolos y servicios. Este avance promueve la interoperabilidad en el punto físico de venta, garantizando que el comercio pueda aceptar diferentes medios de pago bajo un solo sistema.
En este contexto, SoloPago impulsa soluciones tecnológicas que facilitan esta integración. A través de sus terminales y la suite Agnostiko, promueven un ecosistema en el que comercios, bancos y procesadores puedan trabajar conectados, ofreciendo experiencias de pago más eficientes, seguras y alineadas con las regulaciones nacionales.
Hacia un futuro conectado y competitivo
La interoperabilidad no es solo un requisito técnico: es la llave para construir un sistema de pagos más equitativo, seguro y competitivo.
Un entorno financiero verdaderamente interoperable permitirá a México continuar su transición hacia una economía más digital, fomentando tanto la innovación así como la inclusión.
En SoloPago, creemos que conectar personas, tecnología y soluciones de pago es la base para impulsar el futuro de los pagos.
Conoce cómo nuestras soluciones facilitan la interoperabilidad y fortalecen la experiencia de pago en todos los niveles.
Referencias
- Banco de México. (s.f.). Introducción a los sistemas de pago.Banco de México.
- Banco de México. (2023). Informe anual sobre las infraestructuras de los medios de pago en México. Banco de México.
- Secretaría de Hacienda y Crédito Público. (2020). Impactos de la regulación financiera en México.

